
Tano, David y yo llegamos a Margalef el lunes por la noche. Ya sabiamos de la gilipollez cometida en el Guijo y estamos seguros que allí no nos afectaría ningún tipo de virus relacionado con la estulticia humana. En fin, solo dolor de garganta para mí, lo cual no ha evitado que haya disfrutado de lo que más me gusta hacer, escalar. Espero que esto, disfrutar de lo que me gusta hacer, no moleste a nadie y venga a mi casa, a mi trabajo o a casa de mis padres o amigos a molestar. Después de cuatro noches comienzo morcilla (solo una comímos algo distinto y fue 1.2 kgrs. de fabada para tres) he vuelto a casa motivado, porque Margalef motiva, aunque...