
Ya hacia mucho tiempo que quería volver a Fontainebleau. La última vez, hace 7 años fue un viaje especial. Aunque llovío mucho, los que fuimos nos lo pasamos genial, debajo de aquella lona, viendo llover, contando historias, riéndonos y esperando a que escampara para ir a los bolos. Incluso lloviendo, el bosque de Fontainebleau, es mágico.
Este año he conseguido ir de nuevo, con Mara y otros 12 amigos. De los que estuvimos en el 2003 repetiamos Javi Garamond, Garrote y Laura. El resto, los que no habian ido, han flipado con el bosque.
Esta vez hemos tenido suerte con el tiempo y hemos podido escalar todos los días. Isatis, Bas Cuvier,...